El contacto es, se puede decir, la forma más pura de entender el alma.
Piel a piel. Y la piel es el órgano más bonito que hay. El órgano que mejor entendemos.
Porque lo que entendemos es más bonito, y lo que no lo atacamos. No quisiera que fuera así.
En lo natural, en lo puro, cada piel está a kilómetros de ser como otra. La piel no es para entenderse, es para disfrutarse, es para conectar y sentir.
Los ojos ven y tratan de entender. ¿Por qué entenderla? Es libre, es ella, está expuesta.
¿Por qué entender la piel?
¿Por qué tratar de acercarla a otras, tratar de igualarla?
El órgano que divide miradas y acerca las almas. En ese caso, prefiero el alma.
Los ojos siempre tratarán de entender. El alma simplemente lo sabe, simplemente permanece.
Piel a piel, así se entiende el alma.
Deja un comentario