olita de sal

creábamos un nuevo lenguaje
con el baile de nuestra piel
hablábamos un idioma
que solo nuestros cuerpos conocían

aprendimos a conversar con la mirada
y el ruido de nuestras almas desnudas al chocar
se ahogaba en el cómodo silencio de nuestros pensamientos
que transpirábamos entre lágrimas y pestañas

nuestras manos marcaban el ritmo
de una nueva canción
que se escribía mientras nuestros dedos
dibujaban calles, ciudades y fronteras
solo para cruzarlas y viajar a un nuevo mundo

un mundo que encendíamos
y apagábamos cuando queríamos

oye Siri, apaga todas las luces.